Arquitecto Proyecto: Ana Díaz González. Director del proyecto
Arquitecto(s) responsables: Ana Diaz González, Javier Álvarez de Tomás Arquitecto(S) (Arquitectos colaboradores): Borja Aróstegui Chapa, Jose Luis Álvarez Teixeira, Ana Peigneux
Gestión del Proyecto: Ana Díaz González, Javier Álvarez de Tomás
Dirección de Obra: Ana Díaz González, Javier Álvarez de Tomás
Dirección de Ejecución de Obra: Esther Arranz Gil
Colaboradores:
Costes: Jose Manuel Vidal de Torres
Estructuras: David García Menéndez, Jorge de Prado
Instalaciones:
Climatización: Isaac Lorenzo Morales, Miguel Pastor Llamas Luz Noemí Barbero Zumalacárregui
Agua: Ignacio Narváez Jareño
Electricidad: Carlos Trujillano Campi
Telecomunicaciones: Carlos Trujillano Campi
Fuego: Ignacio Narváez Jareño
Acústica: Mario Torices Fernández
Sostenibilidad: Héctor Mayordomo
Diseño gráfico: POLIEDRO
Administrativos: Vanesa Marrero
Pozuelo de Alarcón
Madrid Spain
09/2013
Cliente: Cableuropa S.A. ONO
Superficie: 13,750.00m²
Nueva sede corporativa de ONO
La necesidad de actualizar las instalaciones de un edificio de oficinas situado en un barrio residencial de la zona norte de Madrid, se plantea como la oportunidad de puesta en valor de un edificio infrautilizado, cuyas sucesivas intervenciones en el tiempo lo habían hecho cada vez más ininteligible, con una estructura de organización espacial fragmentada y confusa y un entorno que dificulta su visibilidad desde el espacio urbano. La operación conlleva una nueva Política de Gestión de espacios de la compañía, que hace además del edificio su nueva Sede Corporativa.
Desde el punto de vista formal el proyecto busca poner en valor las particulares condiciones espaciales del edificio a partir de tres elementos principalmente: el patio interior, la organización flexible de las plantas y la imagen del edificio, unido a una ajustada inversión, que hace necesario una especial precisión en las actuaciones.
Desde el exterior el edificio apenas se percibía de forma comprensible; un volumen compacto, sin una fachada principal clara ya que el acceso se encuentra en una calle pequeña y de gran pendiente, perpendicular a la vía principal de acceso rodado, y el propio acceso al edificio quedaba por debajo de la cota de la calle. Por otro lado, la fachada este, visible desde la Carretera de Húmera, y que corresponde a una de las crujías cortas del edificio, queda detrás del edificio de aparcamientos, del que sobresale de la rasante su cubierta y tres grande casetones de ventilación.
Se modifica el acceso, generando una gran plaza abierta resultado de limpiar todos los volúmenes sobresalientes exentos al edificio. Y se abre el edificio en su esquina más visible, rompiendo la uniformidad de la fachada.
Por delante de la fachada, revestida de piezas cerámicas, se instala una protección metálica compuesta por lamas verticales de acero galvanizado estirado de opacidad variable, unidas por pasarelas horizontales de dimensión variable según la orientación de la fachada, con el fin de evitar la radiación solar directa. La propuesta para las fachadas del edificio busca por un lado mejorar las propiedades térmicas de las mismas y por otro lado mejorar su imagen sin modificar su volumetría ni sus huecos.
Desde el punto de vista funcional, como punto básico de partida, se pretende reorganizar y ordenar espacialmente los usos, de modo que queden independizadas salas técnicas y oficinas, sin que existan interferencias de ningún orden. Así, los CPDs y salas para instalaciones se concentran en las plantas Semisótano y Sótano y las plantas superiores se ocupan con oficina. Esta organización permite independizar tanto las circulaciones de estas zonas, como las instalaciones que les dan servicio. Se interviene únicamente en la distribución interior y acabados, de forma que el edificio mantiene su estructura y sus núcleos de comunicación. Las plantas superiores, destinadas a oficinas se liberan de particiones y mamparas y se organizan como oficina abierta.
Las Plantas de Primera a Tercera mantienen una estructura espacial similar. Los núcleos de comunicación reúnen las zonas de servicio de las plantas (aseos, archivo, vending, etc), se liberan las fachadas permitiendo una organización diáfana en el resto de planta. Los puestos de trabajo se organizan en un espacio abierto, siempre con luz natural directa, que se pauta a partir de las zonas de reprografía, concebidas como pequeños espacios abiertos acotados por mamparas bajas. Los dos núcleos de servicios dispuestos en los dos extremos de las plantas, permiten una gran flexibilidad en la implantación de las oficinas.
El patio interior, sólo accesible para mantenimiento y ocupado por maquinaria de la instalación de clima de las oficinas, es otro de los puntos esenciales de la actuación. Los paramentos verticales del patio, revestidos con piezas cerámicas oscuras menudas, se recubren con un revestimiento continuo de acabo claro, que logra dotar de una mayor luminosidad a los espacios que a él vuelcan. Al interior, el patio se desvincula además de los núcleos verticales, queda exento al liberar sus cuatro frentes. Al igual que ocurría en el acceso al edificio, la entrada a los oficinas, desde los núcleos, se producen enfrentadas al patio, consiguiendo de nuevo esa amplitud visual del espacio. Se aumenta la superficie acristalada, sustituyendo los paramentos ciegos de las esquinas por vidrio con carpinterías y modulación similares a las existentes. Desde las oficinas, una vez eliminado el efecto espejo de los vidrios, se consigue una mayor relación visual entre las dos crujías, permitiendo la percepción espacial de la planta completa.
Una pérgola de bandas rectangulares, que modifican su orientación en ángulos oblicuos conforma un techo abierto, que sirve de filtro visual y que configura y caracteriza un espacio exterior acotado.
ACXT-IDOM promueve la síntesis de dos planos de trabajo: la aportación singular del individuo y el trabajo interdisciplinar y de grupo. Se trata de un proceso abierto a las sorpresas, en el que se superponen distintas redes de decisiones creativas. ACXT-IDOM trabaja desde un enfoque sistémico, transversal, con una visión lo más abierta y holística posible. Una aproximación creativa que asume también la responsabilidad social y el concepto de servicio. Un intento de superar la visión que reduce lo creativo a términos de puro producto.
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