Oddity, espacio inesperado. 65 m2 para el pelo y la piel
A project by barea pizarro
Programa partido
Una joven pareja ha hecho converger sus profesiones en un local a pie de calle en el ensanche de Chamberí, transformado para albergar simultáneamente una peluquería y un estudio de tatuajes. Con ánimo de alejarse del convencionalismo asociado a este tipo de negocios, los dueños querían que el espacio reflejase sus perso- nalidades bajo una visión de conjunto a base de pocos elementos, pero de gran efectismo. Buscaban una expe- riencia singular en la que cupiese la posibilidad, como el nombre del establecimiento sugiere, de un cierto ex- trañamiento.
Infinito de interiores
Se decide multiplicar el arco en el muro existente y así generar nuevas particiones que permitan una división efectiva entre los distintos usos, dispuestos en galería para aprovechar la estrechez del recinto. La jerarquía se potencia a través del recurso teatral de la falsa perspectiva, según la cual cada arco va reduciendo proporcio- nalmente sus dimensiones, avivando como en un artificio barroco la sensación de profundidad. Los elementos de mobiliario y la iluminación se arreglan a esta suerte de enfilade, desde sillones y camillas hasta las encime- ras auxiliares en voladizo.
Gama de gris
Plasmando la condición dual de la actividad, se parte de las más elementales paletas opuestas, blanco y negro, que corresponden respectivamente al frente de fachada y al fondo del local. Para los espacios intermedios se eligen, en estricto degradado, tres grises, que suman al efecto ilusorio un juego de color que enlaza y al tiempo caracteriza individualmente cada sala. A esta decisión se someten los restantes acabados: un revestimiento de gresite que procura superficies de trabajo de fácil limpieza, así como pinturas plásticas en suelos y paredes para arropar en monocromo el culto al cuerpo.
Créditos:
Arquitectura: Alberto Ballesteros, Enrique Morillo. barea pizarro
Cliente: Oddity Studio
Constructora: Flinstone Inreca
Superficie: 65 m2
Año: 2023
Ubicación: Madrid, Spain
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
Alberto Ballesteros Barea + Enrique Morillo Pizarro
barea pizarro es una oficina fundada en 2020 en Madrid.
Alberto Ballesteros Barea (Madrid, 1994) fue alumno de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y de la Escuela de Arquitectura de Oslo, estudios que concluyó con la máxima calificación tanto en su trabajo de fin de grado como en su proyecto de fin de carrera. Durante sus años universitarios fue profesor ayudante en el grupo de Análisis de la Arquitectura de la profesora Ana Esteban Maluenda, además de investigador en el Departamento de Ideación Gráfica de la escuela y colaborador en varios estudios de arquitectura de Madrid como Ruizequiroz o FRPO. Desde 2020 es redactor en la revista Arquitectura Viva, y previamente formó parte del Departamento de Educación de la Norman Foster Foundation. En 2021 comenzó su tesis doctoral, que compagina con la práctica profesional y labores editoriales.
Enrique Morillo (Madrid, 1994) cursó sus estudios de grado y de máster en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, donde obtuvo la máxima calificación en su trabajo de fin de grado y en su proyecto de fin de carrera. A lo largo de su etapa de estudiante colaboró como profesor ayudante en asignaturas del Departamento de Composición, junto con Ana Esteban Maluenda, y del departamento de Proyectos, en la cátedra de Luis Fernández-Galiano. Desde el año 2015 ha colaborado en distintos estudios como Íñiguez de Onzoño, cuarq o Ruizesquiroz Arquitectos. En 2020 se incorporó a la plantilla de B+DU arquitectura, donde coordina las actividades de difusión. Desde 2021 es redactor de la revista Arquitectura Viva y prepara su tesis doctoral en la ETSAM.
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