Casa para un pirata
Reforma de vivienda para un apasionado del mar
A project by Navas Santoyo Atelier
1. Cofre [Del lat. cophĭnus ‘cesta’] Caja resistente de madera con tapa y cerradura para guardar objetos de valor.
En la crónica del Distrito Marinero de Poblados Marítimos de Valencia, la narrativa se entrelaza de manera inherente con el mar, hilando relatos marineros y recuerdos melancólicos que conforman la identidad del lugar y de sus habitantes. Entre estas historias se encuentra la de Josep, un autoproclamado pirata cautivado por la rebeldía e independencia que caracterizan a estos personajes literarios. Un corsario que, después de años de aventuras y fechorías, decide asentarse en un lugar y transformar un antiguo apartamento familiar en su nuevo hogar.
La vivienda, ubicada en un bloque residencial construido durante la década de los setenta, conocido coloquialmente como “El Barco” debido a su distintivo acabado modular, contaba con unas dimensiones interiores limitadas y una distribución convencional que fragmentaba el espacio doméstico en exceso. A lo que se le sumaba una cocina con una extraña planta trapezoidal poco funcional y de difícil encaje.
En las primeras conversaciones, aparece una clara demanda: espacios abiertos y lo más generosos posible, un entorno privilegiado para cocinar y, sobre todo, el anhelo de transformar la casa en un escenario para una vida social activa, compartida con numerosas amistades y familia, manteniéndola al mismo tiempo como un refugio acogedor.
El proyecto surge, por tanto, de la dicotomía creada de la necesidad de generar un lugar luminoso y abierto, pero al mismo tiempo cerrado e íntimo, en un espacio muy reducido. Es por esto que la operación principal del proyecto traza una línea en la que confluyen ambas necesidades y separa el espacio generando dos grandes vacíos. Un trazo que se resuelve mediante un artefacto fabricado en DM en crudo. Este mueble funciona como una infraestructura lineal de 9 metros de largo organiza de forma longitudinal toda la vivienda, sirviendo al mismo tiempo como elemento separador y dintel y umbral entre los dos vacíos.
El primero de los vacíos al que se llega al acceder a la intervención genera un espacio diáfano y flexible, Extrovertido capaz de acoger diversas actividades según las necesidades; desde una cena con amigos, la solitaria escucha de un vinilo o una cita improvisada. Como apoyo a la multitud de posibilidades de uso aparece una península de cocina color burdeos a modo de joya como epicentro visual y funcional de hedonista espacio, respaldada por un amplio armario blanco que, junto al frente de cocina, se mantiene un discreto segundo plano que potencia la lectura unitaria de la vivienda.
Al segundo de los vacíos se accede a través del muro de DM. Éste vacío se configura como un espacio íntimo y fluido, Introvertido, diseñado para proporcionar un ambiente amable para trabajar y descansar. Se concibe como un refugio acogedor,
donde la personalidad y los recuerdos de nuestro pirata llenan de color el lugar a través de libros y objetos atesorados en las estanterías.
Este muro genera una curiosa contradicción: hacia el espacio Extrovertido el mueble se muestra completamente cerrado, macizo, como una gran arca cerrada, introvertido. Sin embargo, hacia el espacio Introvertido se revela como un cofre1 abierto, hueco, receptor de objetos, que hace de telón de fondo que cede todo protagonismo a los tesoros que alberga, extrovertido. El mueble se transforma así en muro, armario, puerta de paso, estantería y mesa, abrazando los vacíos, generando lugares, poniéndose en relación con las ventanas, con la luz. Para su acabado se decide dejar el material en bruto, una decisión radical para no enmascarar y dignificar el material como producto contemporáneo de la industria maderera.
La integración de las preexistencias, como el acabado de la terraza, se realiza de manera natural. Un único material cerámico se extiende para construir todo el suelo, llegando en el baño, a ascender para convertirse no solo en suelo sino también en zócalo y en muro.
Créditos:
Arquitectura: Navas Santoyo Atelier: Alba Jiménez Navas y Mario Martínez Santoyo
Cliente: Privado
Superficie: 80 m2
Año: 2023
Ubicación: Murcia, Spain
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
Alba Jiménez Navas [Granada, 1994]
2013 Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Granada · 2015 Erasmus + Universidade Autónoma de Lisboa · 2017 Segundo puesto premio OTIS-FAyS · 2017 Beca Fundación Arquitectura y Sociedad · 2019 Primer premio concurso Rethinking · 2019 Beca MArch Valéncia · 2020 Mención de oro Premio de la cerámica ASCER en la categoria TFM por su proyecto Patios de agua y olivos · 2020 Postgrado MArch en Arquitectura Aplicada en València · 2020 Colaboradora en el estudio Correia Ragazzi en Oporto · 2021 Colaboradora en el estudio de Tomás García Píriz en Granada.
Mario Martínez Santoyo [València, 1991]
2013 Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Granada · 2015 Erasmus + Universitatea Politehnica Timișoara · 2017 Segundo puesto premio OTIS-FAyS · 2017 Beca Fundación Arquitectura y Sociedad · Matrícula de Honor en Trabajo Fin de Grado Hecho en Transilvania · 2019 Primer premio concurso Rethinking · 2019 Beca MArch Valéncia · 2020 Finalista Premio de la cerámica ASCER en la categoria TFM por su proyecto Doce pedazos de Málaga · 2020 Postgrado MArch en Arquitectura Aplicada en València · 2020 Colaborador en el estudio de Paulo Moreira en Oporto · 2021 Colaborador en el estudio de Tomás García Píriz en Granada.
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