España Diseña. 25 Ediciones de los Premios Nacionales de Diseño.
Diseñar para diseñadores no es tarea fácil… y diseñar para los mejores diseñadores de nuestro país lo es menos aún!
Quizá por eso decidí plantearme este proyecto como un juego, donde las piezas expuestas flotasen de alguna manera, como lo hacen en nuestros recuerdos. Nuestra memoria mezcla cosas, las confunde, las cambia de tamaño y forma, las engrandece incluso mitifica… así, en lugar de hacer una exposición de piezas, sencillamente sería una exposición de recuerdos.
Pero los recuerdos no pueden estar accesibles sino protegidos y qué mejor manera de hacerlo que con un simple “fanal”, como antiguamente se hacía con las figuras de los santos y que así, en cierto en modo, se convertían en eternos.
Un enorme “fanalito”, así lo apodamos cariñosamente por su tamaño, pretende responder de forma heroica a todos los deseos, imposiciones, problemas, caprichos… de un proyecto cargado de ilusión!
El metacrilato fue el material más adecuado para construirlo, por su transparencia, ligereza y posibilidad de curvarlo… mediante dos planchas estándar de dimensiones 3050x2050mm solapadas 10cm en vertical, con cinta de doble cara transparente, conseguimos un cilindro perfecto de 1,80m de diámetro y 2,05m de altura, en principio, suficiente para recoger las piezas en su interior. Además su forma cilíndrica hace que su estructura sea lo suficientemente estable con un espesor de tan solo 2mm.
25 fanalitos, uno por cada edición de los premios Nacionales de Diseño, se pierden en un enorme espacio para que, cada visitante, pueda recorrerlo libremente… de esta manera cada visita se hará diferente y, por tanto, el recuerdo único.
25 fanalitos que abrazan y protegen con delicadeza las piezas dejándonos ver pero no tocar. Una moqueta morada servirá para recibir las piezas de suelo, unos pequeños cilindros de metacrilato harán las veces de peana y, el resto, colgadas como si flotasen.
25 fanalitos como soporte de la gráfica que nos explica claramente, a modo de pantalla “analógica”, qué ocurre ahí dentro: el año, el diseñador y la obra… para qué más?
25 fanalitos que taladramos en algunos puntos para que, la curiosidad se nos haga irresistible, asomemos la cabeza y escuchemos la voz de los diseñadores como si también estuviesen dentro… y, por supuesto, el recorte de estos taladros lo aprovechamos como peanas para las piezas.
25 fanalitos que, con la luz adecuada, se convierten en enormes lámparas que iluminan todo el espacio… una única luz, desde arriba, en el centro, para todas igual.
Y al final del recorrido un “espacio abierto” que, como un gran salón, mezcla piezas que podemos utilizar y así pensar que el diseño es para todos, incluso por un momento, que pueden ser nuestras.
Pero quizá lo más interesante es lo que nos regala cada proyecto y, en este caso, son los innumerables reflejos producidos por los metacrilatos curvados que hacen que tengamos una sensación continua de ingravidez y de indefinición mezclándose las piezas de los diferentes años y repitiéndose la imagen de cada una constantemente.
Además el barullo producido por las voces de cada cilindro hace que nos sintamos acompañados constantemente y, qué mejor compañía que la de los propios diseñadores.
Qué bella es la realidad…
Mariano Martín.
Créditos:
Diseño: mariano
Cliente: Ministerio de Economía, Industria y Competitividad
Colaboradores: DIMAD, READ y Barcelona Centre de Disseny
Producción: Fazeta
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
Año: 2018
Ubicación: Central de Diseño de Matadero Madrid
www.marianoweb.com
estudio@marianoweb.com
+34 91 412 00 75
C/ Marqués de Vallejo, 15
28028 Madrid, Spain
mariano es diseño. Da igual el encargo, la escala, el presupuesto… todo es
posible cuando la creatividad aparece y, para eso, sólo necesitamos que los
clientes nos quieran tal y como somos.
Desde el año 1999, en mariano hemos realizado muchos proyectos,
arquitectura, diseño de interiores, diseño expositivo, diseño de mobiliario,
restauración, oficinas,… donde lo importante es seguir haciéndonos preguntas como al principio. Quizá por eso seguimos vibrando como el primer día, sin que la experiencia se convierta en un lastre. Cada proyecto es una aventura nueva donde disfrutamos desde la máxima creatividad…
Un restaurante de mimbre, una clínica de chapa, una casa de contrachapado, un edificio deportivo de hormigón por fuera y cargado de luz a interior, una pequeña casa en el campo con los materiales del lugar y hecha por gente del lugar, unas oficinas rosas llenas de alegría, unas oficinas de cartón donde la luz lo convierte en oro, una fiesta de luz en Miami hecha con nuestras manos, una exposición rosa, otra amarilla y otra transparente, unos muebles de interior cargados de sorpresa y unos de exterior de neopreno, una escuela flotante para que la educación pueda llegar a todos los lugares, una casa de piedra que flota sobre las vistas, un hotel en un pinar de vidrio para que los árboles se reflejen en su fachada, una enorme casa en una finca que con el tiempo desaparecerá gracias a la vegetación…
Y muchos, muchos dibujos hechos a mano, como siempre se hizo, con tiempo,con mucho tiempo…
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