Centro de Educación Ambiental El Campillo Parque Regional del Sureste Rivas Vaciamadrid

Arquitecto Proyecto: Manuel Fonseca Gallego
Dirección de Obra: Federico Manzarbeitia Arambarri. Arquitecto (Comunidad de Madrid) Manuel Fonseca gallego. Asistencia técnica dirección de obra
Colaboradores:  Luis García Gil Félix Garrido Morán
Aparejador:  Manuel Ruiz Machuca David Caballol Bartolomé
Estructuras: José Ramón Negueruela Sánchez
Localización: Laguna del Campillo de San Isidro. Parque Regional del Sureste. Rivas Vaciamadrid, Madrid, SPAIN
Fecha: 06/2000
Cliente: Comunidad de Madrid. Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Regional
Superficie: 905.94m²
Empresa Constructora: Empresa de Transformación Agraria, S.A. (TRAGSA) Delegación autonómica de Madrid

Una vez decidida la ubicación del centro en una especie de unida al camino de acceso por una lengua de tierra artificial que delimita la pequeña laguna interior y que se convierte finalmente en una isla visitable, se plantea la eliminar parte de esta barra para potenciar el efecto península y al mismo tiempo conseguir que la pequeña laguna interior (con interesantes formaciones vegetales ripícolas, pero con importantes problemas de eutrofización) forme parte de la laguna principal y mejore sus condiciones, evitando así problemas de presencia de espumas y malos olores.

La idea de potenciar el influjo de la lámina de agua sobre el entorno, tanto a nivel paisajístico
como a nivel bioclimático y sobre todo a nivel interpretativo, influyó sobre manera a la hora de ubicarse recordando los palafitos de madera que se encuentran inmersos en la ribera de los ríos o lagunas, de tal forma que se permite la interpretación in situ del entorno mas próximo, sin necesidad de recurrir a un panel fotográfico o a una imagen grabada. De la misma manera que la lámina de agua, convenientemente utilizada, permite plantear una sencilla estrategia bioclimática como es la de hacer circular por debajo del edificio (evidentemente construido sobre pilotes en su parte que permanece dentro del agua) una corriente de aire fresco que, mediante unos mecanismos pasivos, genera una diferencia de temperatura suficiente como para conseguir efectos pasivos de ventilación y refrigeración.
La gran torre – hito permite, al mismo tiempo que marca la localización del Centro como único punto que emerge sobre el paisaje y se torna eje del conjunto en el vestíbulo principal, crear un efecto chimenea y potenciar la recirculación del colchón de aire antes citado.

El concepto bioclimático se ve potenciado por la incorporación de una estrategia solar pasiva
de fácil mantenimiento, conservación y bajo coste de implantación como es la creación de una
galería – mirador acristalada con un gran voladizo y lamas móviles para permitir una corriente de aire continua, perfectamente orientada al sur como todas las piezas vivideras del conjunto, que permite acumular calor en invierno en el muro posterior de hormigón armado de gran inercia térmica y calefactar el espacio de la sala de exposiciones recogiendo las particularidades y mecanismos de un muro Trombre y lograr el efecto contrario en verano, no permitiendo la ganancia solar directa y generando una corriente de aire frío que introduciremos en el interior del local principal.

La idea de realizar el acceso al Centro por la parte posterior y desde la cubierta (potenciando
el efecto sorpresa) con posibilidad de ser visitada acabando en un mirador elevado sobre el agua, o descendiendo hasta encontrar el vestíbulo principal, permite integrar al máximo el volumen con el entorno, semienterrándose cuando es necesario. El planteamiento de edificio de una sola planta integrado en el paisaje, respetando y basándose al máximo en la topografía existente y apoyándose sobre pilotes como si flotara sobre el agua o pareciera emerger del líquido elemento, permite además justificar la implantación de un edificio emblemático en un entorno tan singular y delicado.

El acabado final de las superficies planas tales como cubierta (cubierta invertida de grava) y
muros de hormigón (lavado árido visto) y estructura de madera laminada interior de pino sueco vista en cubierta, potencia el ideal de integración presente en todo momento en la concepción general del conjunto y la intención de utilizar siempre materiales reciclables y naturales.

En un principio se pensó en avanzar el Centro sobre la laguna, pero por limitación de volumen y
por lo tanto de superficie, decidimos recurrir al efecto contrario de retocar el borde de la laguna y hacer que la lámina de agua se situara debajo del área de exposiciones, rematando la idea anterior con una especie de pantalán flotante realizado con estructura de madera tanalizada, que se convierte en unos de los elementos mas característicos del conjunto, al rodearse de otros que, partiendo del vestíbulo principal, permiten interpretar directamente in situ elementos tan interesantes e imprescindibles como la flora, la fauna, la geología y un recorrido didáctico dedicado a los grupos de escolares. La incorporación de todos estos elementos de adecuación exterior, permite abarcar un amplio territorio solo con recorridos peatonales, consiguiendo contrarrestar la sensación creada por la inserción de una superficie tan estricta en un espacio tan inmenso.

El acceso se realiza a través del camino existente y por medio de la vegetación de ribera que, a
modo de avenida procesional, enmarca la entrada y nos conduce mediante una suave curva, hasta el aparcamiento situado en la zona mas llana, que curiosamente es la zona con menos arbolado. Desde aquí parte un recorrido peatonal interpretativo rodeando la magnífica vegetación de ribera existente y una vía de servicio para vehículos de mantenimiento. Desde una plataforma abierta al paisaje se accede, por la cubierta del edificio, al mirador final, o mediante la escalera o la rampa (cumpliendo la normativa de accesibilidad) a una plaza semienterrada en la que se sitúa el acceso principal. El vestíbulo principal es el corazón del Centro desde en cual se puede acceder a todas los puntos. En él se sitúa, además de todos los accesos y salidas a los recorridos interpretativos, la zona de información, recepción y venta de productos de la zona. El área de educación ambiental se sitúa inmediatamente a la entrada del vestíbulo y ligada a la zona de vegetación ripícola mas interesante de la pequeña laguna interior.

La ubicación de la gran sala de interpretación al final de un recorrido lineal no hace sino
potenciar la idea de linealidad y la imagen que recuerda diversas manifestaciones zoológicas, tales como el insecto que extiende sus patas sobre el agua (pantalanes) o el camaleón que observa con sus ojos (miradores) a distintos lugares al mismo tiempo.
Esta idea de enmarcar la naturaleza como si se tratara de cuadros reales, se consigue con la
incorporación de varios balcones – miradores que avanzan sobre la misma en la orientación norte.
La sala de exposiciones temporales permite, con la incorporación de una superficie ligera y acristalada que la rodea por todos sus lados incluso por el suelo, la contemplación desde el interior del suelo de excavación que forma parte de la interpretación general exterior.

Galería:

Planos: